Antonio López deja su impronta en Olula

En esta edición, 36 alumnos de diferentes países han aprendido y disfrutado de sus lecciones de pintura y de vida, porque López siempre deja su traza en todos y cada uno de los lugares que visita.

Su entrañable personalidad asociada a su sabiduría se imponen muy a menudo en los cursos, y los discípulos además de aprender arte aprenden lecciones de la vida y lo reflejan en sus cuadros (tras la convivencia de estos cinco intensos días junto al maestro del realismo).

De los 36, el ganador de esta edición ha sido el cordobés de Cabra, Luis Paltré, un veterano ya en estos cursos, cuya obra permanecerá en el museo Casa Ibáñez. Paltré contaba a Ideal su entusiasmo por haber participado en el taller junto a «dos grandes maestros» a los que admira y de los que aprende «siempre».

Antonio López también se llevaba el nombramiento como hijo adoptivo del Ayuntamiento de Olula del Río a través de unas emocionadas y cariñosas palabras del alcalde de la localidad, Antonio Martínez Pascual, que además fue el encargado de entregarle el escudo del municipio.

La jornada en el museo transcurrió agradable y llena de optimismo y amistad; compañerismo entre los pintores, admiración por compartir su tiempo con uno de los pintores más importantes de nuestro país y esperanza por el futuro que se les dibuja tras haber aprendido las lecciones de estos «grandes maestros».

El de Tomelloso se confesaba cansado este año e incluso en su discurso se dejó vencer y su mensaje sin terminar. Eso no impidió que el público asistente se entusiasmará y aplaudiera con más cariño aún a un siempre sonriente y agradecido Antonio López, que a través de su mirada valiente siempre, refleja parte de su mundo interior. Sus seguidores y admiradores lo conocen, así que no les importa hacer centenares de kilómetros para escucharlo o verlo; como es el caso de muchas de las personas que le acompañaron en la jornada del viernes tarde para despedir el curso.

La sala del museo estaba a rebosar, como en ediciones precedentes en un acto capitaneado por el director del organismo, Juan Manuel Martín Robles a quien acompañaban el presidente de la mancomunidad, Antonio Ramón Salas y el representante de Cosentino, Santiago Alfonso.

Antonio Navarro, de Navarro y Vega Artesanos, entregaba un reloj de mármol blanco a los dos pintores.

Martín Robles también fue protagonista de la jornada con la presentación del libro 'Antonio López. Obras del Museo Casa Ibáñez', una publicación monográfica sobre los 8 trabajos de López en la pinacoteca, donde además cuenta minuciosamente la vida del pintor internacional. Andrés García Ibáñez, alabó la capacidad de trabajo de Robles, reconociendo esta encuadernación como "imprescindible" para cualquier trabajo sobre López "uno de los tres artistas más importantes de la segunda mitad del siglo XX junto a Tapies y Chillida", expresó Ibáñez, explicando que el libro va a resultar una "cronobiografía sin precedentes" sobre Antonio López. El gerente del museo adelantó además como primicia sorpresa que en breve, la pinacoteca olulense contará con obras de un "artista fundamental del arte español». Martín Robles reconoció sentirse privilegiado por trabajar en un libro sobre López, realizado «con mucho amor y rigurosidad, algunas personas incluso lo encuentran demasiado exhaustivo». La encuadernación, coeditada por la Fundación Museo Casa Ibáñez y el Instituto de Estudios Almerienses (IEA), describe el análisis de las ocho obras de Antonio López que la institución cultural almeriense conserva en sus fondos y expone, pero además, el lector tendrá oportunidad de recorrer, año a año, la biografía del maestro del realismo contemporáneo.