Los más pequeños de Olula del Río participan en el Taller de amasado y horneado de pan para sus patronos

Poco después de las once y media, y en una mañana soleada que invitaba a niños y padres a echarse a la calle, arrancaba esta actividad enfocada especialmente para los más pequeños del municipio. Bajo la atenta mirada de las monitoras juveniles y la maestra panadera Mariana, comenzaban a amasar con sus propias manos las típicas rosquillas de pan que el próximo 20 y 23 de enero arrojarán como homenaje a los santos patronos. A continuación las numerosas rosquillas se introducían en el horno de la panadería que se encuentra a apenas unos metros de la plaza, y mientras se terminaban de elaborar, los niños continuaron divirtiendo participando en numerosos juegos populares; el juego del pañuelo, la pelota, globoflexia o la pintura de caras con sus personajes favoritos. De esta manera hacían tiempo para que sus pequeñas roscas se hornearan. Cerca de la una del mediodía con el resultado listo para hacerle la cata, armaron una fila y con bolsa en mano, fueron repartiendo las docenas de rosquillas que ellos mismos habían elaborado. Una mañana diferente, donde los niños de Olula comienzan a vivir desde bien pequeños sus fiestas patronales y comprenden además el significado de cada una de sus tradiciones como es la del pan. En este caso se remonta a décadas atrás, cuando la mayoría de los vecinos vivían del campo y cumplían así sus promesas de agradecimiento a los Santos por la cosecha que habían tenido ese año. La Fiesta de los roscos se relaciona también con los antiguos terratenientes del pueblo. Según cuenta la tradición, arrojaban los roscos, para que los habitantes del pueblo pudieran comer esos días y combatir así las necesidades y penurias que los olulenses sufrían en el pasado. Hoy todo eso ha cambiado, pero la lluvia de roscos que se celebrará en unos días al paso de la procesión de los patronos, hace de esta fiesta declarada de Interés Turístico Nacional de Andalucía, la más importante de la localidad.