Borrar

Muchos municipios del Almanzora llevan décadas ligando la gastronomía al turismo

Anoche la balsa de Cela acogía la 'Sardinada', actividad con más de dos décadas de existencia al igual que la feria del 'Jamón' de Serón o 'La Fritada' de Suflí Cien kilos de sardinas y unos 500 litros de cerveza se consumieron en la 'Sardinada' que la barrada de Cela (Lúcar y Tíjola) celebraba con motivo de la noche de San Juan. Esta actividad, iniciada primero por un grupo de vecinos y consolidada por el Ayuntamiento de Lúcar, lleva décadas en el calendario de los vecinos del Almanzora y provincia, que acuden masivamente a refrescarse en las aguas de esta balsa celebrando la onomástica.

Eloísa Benítez

Martes, 10 de mayo 2016, 07:34

 

El área de Festejos del consistorio de esta población se encarga, junto a un grupo de voluntarios, de asar personalmente las sardinas que se consumen en la velada de la madrugada de San Juan, contando siempre con una asistencia importante de público que supera las dos mil personas. Durante la jornada, los asistentes se refrescan en la balsa, pero cuando el reloj llega a la medianoche, centenares de personas se lanzan en masa al agua para celebrar de esta manera la tradición extendida de que el agua, esta noche, mantiene la belleza del que se remoja o al menos lava la cara. Los chiringuitos de alrededor de esta popular balsa, siempre logran «hacer el agosto» en esta festividad por la enorme afluencia de público. Suflí En Suflí, dos décadas de fiesta en torno a la fritada casera, elaborada en el municipio de forma artesanal con tomates y pimientos, han atraído también a centenares de vecinos de la provincia a un encuentro que la crisis ha paralizado en estos dos últimos años. La fiesta en torno a la fritada de Suflí, se iniciaba por el ayuntamiento local, con el objetivo de promover y valorizar la fritada de este municipio (principal producto gastronómico del pueblo), con distintas actividades e iniciativas. Así se intentó y logró dar a conocer el municipio como punto de destino turístico vinculado a la promoción de recursos gastronómicos; se fomentó la actividad cultural del pueblo, añadiendo a su calendario unas jornadas gastronómicas de interés comarcal en torno a la fritada; se consiguieron momentos de encuentro con otras personas, colectivos o asociaciones del municipio ; se promocionaron los productos gastronómicos mediante los medios de comunicación o se distinguieron a personalidades y técnicos que contribuyeron a difundir y promocionar la fritada de Suflí. En estas jornadas, se trabajaba duro para acoger a las miles de personas, que por un día, disfrutaban de los encantos de la localidad y compartían con los vecinos una noche de fiesta con la gastronomía como protagonista. Las cifras hablan de alrededor de 300 kilos de fritada repartida por los voluntarios, habitualmente en estos encuentros; en la mayoría de los casos degustada con pollo, conejo o cerdo. Las conservas que elabora este pequeño municipio del Almanzora se centran en tres paltos; el pisto de Suflí, cocinado con calabacín, berenjena, pimiento, tomate, cebolla, aceite de oliva y sal; la fritada de Suflí, cuyos ingredientes son el tomate pelado y cocido, el pimiento asado al carbón pelado y troceado, aceite y sal y el Tomate de Suflí con los siguientes ingredientes: tomate pelado cocido, troceado y sal. Serón El jamón de Serón y los productos cárnicos de este municipio, figuran entre las citas gastronómicas de la provincia ligadas al turismo. En esta localidad, se han rebasado cifras importantes de asistencia con un récord de más de 10.000 personas en algunas convocatorias. Para esta edición Serón (cuyos jamones han sido reconocidos este año con la Indicación Geográfica Protegida) espera convertirse en centro gastronómico el próximo día 6 de julio. En esta cita habitualmente se parten más de 300 jamones y 3000 kilos de embutidos para su degustación. Bacares Otro municipio que liga la gastronomía a las jornadas festivas como atracción turística, es la localidad de Bacares, que cada mes de febrero desde hace varios años celebra el Día del Romero con dos jornadas de degustación en la plaza central del pueblo. En estas convocatorias, vecinos de la provincia, comparten con los llegados de Cataluña (expresamente para este acto) paellas gigantes y ollas de trigo . Este típico plato, elaborado en varias calderas también gigantes, centra la atención de las jornadas festivas, entre otras cosas, por la exquisitez de su contenido; resultado del trabajo llevado a cabo por cocineros y colaboradores que necesitaron 30 kilos de garbanzos, 30 también de trigo, 200 kilos de carne, 700 de morcilla o 500 de chorizo. En el arroz, los cocineros suelen utilizar más de 140 kilos de arroz y 200 de carne. Desde el año 1995, esta fiesta popular reúne durante un fin de semana a todos los bacareños, tanto a los residentes como a los que encuentran fuera, en su mayor porcentaje, en las localidades catalanas de Sabadell y Tarrasa. Un esperado encuentro que año tras año vuelve a consagrar a miles de personas de toda la provincia y los pueblos del Valle del Almanzora. El origen de la fiesta está basada en el hecho de que antiguamente las familias y amigos conmemoraban la festividad de la Candelaria con una salida al campo, donde comían embutidos caseros, asados acompañado de un buen vino de la tierra y dulces típicos del pueblo, como tortas de chicharro o almendras garrapiñadas. Décadas de esfuerzos, trabajo y apuesta de los vecinos y dirigentes políticos por poner en el mapa del turismo, las tradiciones culinarias más arraigas y peculiares de estos pueblos, que ocupan a los habitantes del Valle. Estos esfuerzos además contribuyen a mantener recetas artesanas y costumbres ancestrales.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal Muchos municipios del Almanzora llevan décadas ligando la gastronomía al turismo

Muchos municipios del Almanzora llevan décadas ligando la gastronomía al turismo