‘Casa Ibáñez’ de Olula, referente nacional de pintura el Día Internacional de los Museos
Arte, historia y cultura aunados en torno al curso de 'Realismo y Figuración' impartido por Antonio López y Andrés García Ibáñez.
Eloísa Benítez
Martes, 10 de mayo 2016, 06:08
Emoción, entusiasmo, admiración, orgullo, alegría o tristeza expresaban las palabras y los gestos de los 35 artistas que en la tarde del pasado viernes se despedían de un Antonio López agradecido y también emocionado por haber podido «enseñar y aprender» a través del Taller de Realismo y Figuración que ha desarrollado junto a Andrés García en el museo 'Casa Ibáñez' de Olula del Río.
El maestro mantuvo en vilo y expectantes a los centenares de personas que abarrotaron la sala 16 de esta gran casa d e la cultura, repleta de amantes del arte y admiradores de Antonio López que llegaron de diferentes provincias para escuchar las sabias palabras del afamado pintor.
Desde vecinos de pequeñas localidades de nuestra provincia hasta profesores de escuelas de Bellas Artes de España, quisieron arropar el acto de clausura del curso, pero sobre todo participar en el debate sobre 'El artista frente a la problemática del arte contemporáneo' que tuvo lugar tras la entrega de los diplomas a los participantes en este curso y conocer el nombre del finalista de los 35 privilegiados que han recibido clases y compartido anécdotas y conversaciones con estos profesores «de lujo». La obra seleccionada para permanecer en el museo corresponde al pintor Eduardo Millán, si bien también tuvieron mención especial los trabajos de Yezid Vergara, Francisco Lafarga y José Luis Muñoz.
Ibáñez y López entusiasmaron a un público participativo muy interesado en conocer el punto de vista de estos dos autores sobre la enseñanza reglada actual en las escuelas de Bellas Artes, el arte contemporáneo, la influencia del mercado en los artistas, el peso de las emociones a la hora de llevar a cabo sus trabajos, la valoración e influencia en ambos de pintores como Velázquez o el museo de Picasso en Málaga e incluso (atentos a sus trayectorias), muchos se interesaron por anécdotas de algunas de sus obras. Estas preguntas lograron transportar al pasado a los artistas, sobre todo a Antonio López, que recordó con emotividad sus inicios en la pintura, a sus profesores y una frase que no ha olvidado desde su juventud cuando un profesor granadino le dijo que pintara "más entero"; palabras que ha acuñado desde entonces. En este punto el gran autor impresionó a los jóvenes artistas seleccionados y al público presente con una muestra de humildad y humanidad que unido a su prestigio y genialidad lograron conmover a los congregados. El galardonado pintor calificó su paso por el museo y este curso como un paseo por "el patio de un colegio" donde ha asegurado sentirse encantado, incluso mejor que en un imaginario itinerario por Egipto o Mesopotamia, la Roma de Nerón o la Grecia de Fidias «para ver como hacia una escultura del Partenón» , viaje que dijo haber recreado en algunas ocasiones.
En la cita se escucharon citas imprescindibles como la de Chillida de que «la pintura no se puede enseñar», recordada por Antonio López; se planteó la realidad de que nada puede sustituir a las facultades de Bellas Artes aunque precisen transformaciones; se conoció la importancia de la abstracción en el arte «para comprender el misterio profundo de la escultura y la pintura»; se describió el arte como un mundo muy complejo: «una forma de conocimiento del mundo con un lenguaje necesario para todos que no se ha creado para una minoría», decía López.
El anfitrión, un Ibáñez rodeado de muchos amigos, recibió numerosas muestras de cariño y admiración, no solo por su obra pictórica, sino por su trabajo como arquitecto y sobre todo, por haber logrado la presencia, amistad y complicidad de Antonio López y la haya sabido compartir con tanta gente. El autor olulense aconsejó a los alumnos que se dejaran llevar por la intuición, por su mundo interior «el arte y la pintura son un sacerdocio», subrayó en su intervención, hizo un repaso por la etapa contemporánea en relación al arte y calificó a Antonio López como una persona muy entusiasta «hecha de una pasta especial», en referencia a su emoción con los trabajos que emprende y lleva a cabo a veces durante años sin perder ese entusiasmo.
Supo a poco
La velada supo a poco a todos los seguidores del arte que interrumpieron el protocolo de preguntas, moderadas por el director del museo, Juan Manuel Martín, quien tuvo que dar por concluido el debate después de más de hora y media de duración.
En el acto de entrega de diplomas estuvieron presentes representantes institucionales como la diputada de Cultura, María Vázquez; los también diputados Ramón Rueda y Oscar Liria; el Presidente de la Mancomunidad del Almanzora, Antonio Ramón Salas, Dolores Moreno o el teniente alcalde de Olula, Paco Gregorio.
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