'Miremos también al cielo'

Son muchos los factores que pueden interponerse en el éxito de patrones calcados, ya que también influyen condicionantes añadidos que primero habrían de ser analizados profundamente, antes de ilusionar y motivar el gasto económico y moral de quienes necesitan una esperanza para superar el día a día. No es mi empeño el de cercenar el desarrollo, pero sí lo es el de pedir prudencia y responsabilidad a quienes alegremente prometen quimeras y realizan viajes con dinero público para justificar su huella y su autoridad.

Los recursos que definen las potencialidades de un territorio son endógenos, materia prima casi siempre extraída cerca de su perímetro de influencia. Lo que nos abarca la vista no es suficiente, por eso miremos también al cielo. El próximo mes de mayo se celebrará en el Observatorio Astronómico de Calar Alto las III Jornadas Andaluzas de Astronomía, organizadas por la Red Andaluza de Astronomía (RAdA) los días 18, 19 y 20. La Conferencia Internacional de La Palma (20/03/07) donde estaban representadas la UNESCO, OMT e IAU, dejó marcadas las bases con las que se define el derecho general a la observación de las estrellas. Explicaba que "siendo conscientes que la visión de la luz de las estrellas ha sido y es una inspiración para toda la Humanidad, y que su observación ha representado un elemento esencial en el desarrollo cultural y científico de todas las civilizaciones" ha de ser tenido en cuenta como un elemento de desarrollo activo. El conocimiento y la educación sirven para integrar a la ciencia en nuestra cultura, ejercitando el progreso. Todo esto derivó en el decreto 357/2010 de 3 de agosto, con el que se iniciaban los trámites para la declaración de la zona de influencia de Calar Alto en reserva lumínica, dentro de la iniciativa Starlight desarrollada por la UNESCO, concebida como una campaña internacional en defensa de la calidad de los cielos nocturnos, reforzando su valor para la ciencia, la educación, la cultura, el medio ambiente, el turismo y como factor de calidad de vida. Esto supone que somos parte del espacio de cielo protegido más grande y limpio de Europa, apareciendo como una oportunidad de desarrollo sostenible, ejemplar en la conservación de la naturaleza y en medida de contención contra el cambio climático.

Los municipios de Alcóntar, Serón, Tíjola, Lúcar, Oria, Partaloa, Olula, Fines, Macael, Laroya, Sierro, Bacares, Bayarque, Suflí, Armuña, Purchena, Urrácal y Somontín, pueden presumir de haber adquirido un recurso de desarrollo exclusivo, que puede servirles para una estrategia conjunta de potenciación del turismo de calidad y su consiguiente añadido económico derivado, lo que puede generar otro tipo de oferta, diferenciadora y altamente potencial respecto a otras de similares características.

En el Valle del Almanzora hay cuatro elementos claramente posicionados para ser conjugados dentro de un plan común: la naturaleza, el patrimonio, el I+D+I y la industria agroalimentaria tradicional. El comercio generado bajo esta fórmula es el necesitado por la comarca para su posicionamiento turístico, desarrollando ofertas económicas de producto, paisaje, cultura y vanguardia, que bien planificadas deberían de suponer un aliciente rentable para los comercios de la zona, diversificando su actual oferta y accediendo a cotas de amplio recorrido de explotación.

Miremos también al cielo, porque es a donde van los deseos cuando vemos alguna estrella fugaz, y porque siempre ha sido un elemento protagonista en la imaginación y la superación de los hombres. Desde el Almanzora, podemos decir que lo vemos en primera fila y que ya no esperamos de él únicamente la lluvia para nuestros campos.

Francisco Javier Fernández Espinosa