CSIF denuncia que el Ayuntamiento de Macael tiene acumulada una deuda que oscila entre los 6.000 y 10.000 por trabajador

Francisco Iglesias, presidente provincial de CSIF Almería, sostiene que es necesario poner solución a esta situación tan lamentable como caótica. "Hemos llegado a la conclusión que deben ser los tribunales quienes pongan las cosas en su sitio. Ya se han presentado las reclamaciones correspondientes en el Ayuntamiento para iniciar el procedimiento judicial. Y no se descarta la vía penal, por si durante este periodo, hubiera podido existir responsabilidad en el impago de los trabajadores al contravenir el ordenamiento jurídico, al haber ozonado otros conceptos de cualquier índole, en detrimento de los salarios que son de carácter preferente", explica. Igualmente, desde la Central Sindical indican que ya pasando más de ocho meses desde que se hizo cargo un nuevo gobierno, ahora del PP, y los empleados del Ayuntamiento de Macael no solo no han visto resolverse el pago de sus salarios mensuales adeudados por el desastroso gobierno anterior, sino que siguen viendo aumentar la deuda de sus nóminas, y lo que es más grave aún, no se vislumbra ninguna posible solución a su precaria solución económica. Según CSI?F, el hartazgo, la desesperanza y la desmotivación empiezan a dominar la vida de unas familias que ven como los apuros para llegar a final de mes aumentan y la esperanza se oscurece en un futuro cada vez más incierto. "Muchos fueron los engaños a los trabajadores durante el anterior gobierno, muchas las promesas de la oposición en esos tiempos. El transcurrir de los días viene a demostrar que la dificultad y el problema económico se enquistan y tiene visos de contaminar gravemente los servicios básicos esenciales que se prestan a la ciudadanía. La falta de honradez política, por un lado, y la incapacidad, por otro, hace más que dudosa la conducta política de muchos gobernantes", señala Iglesias. Por todo ello, piden que los políticos pongan fin al engaño y sean consecuentes con los compromisos adquiridos con los empleados y con la ciudadanía antes de ser elegidos, y sobre todo, si no tiene soluciones o es imposible cumplir, deben decirlo abiertamente y marcharse. Todo menos seguir con el artificio, dilatación y cubrir de silencio los problemas.