Tanto su nombre, al-Boj, como su fundación son de origen árabe, aunque los primeros asentamientos de la zona se remontan al Neolítico. Albox es un destino de interior localizado al norte de la provincia, en la cuenca del río Almanzora. Una ubicación que dota de gran contraste a sus alrededores alternando la huerta con los cerros esparteros y áridos, estepas y algunos campos de almendros.

Su mayor época de bonanza económica la vivió durante el siglo XIX, gracias a sus telares y la industria alfarera de carácter artesanal, lo que la confiere una personalidad especial y un cierto carácter señorial que ha impregnado Albox de una apariencia de riqueza y prosperidad. Prueba de ello, son las casas de aspecto burgués que salpican su centro histórico en el que también tiene cabida una importante actividad comercial que lo convirtió en punto neurálgico mercantil para el intercambio de telas, ganado y alfarería. Entre su patrimonio monumental cabe destacar la ermita de San Antonio, construida sobre una antigua mezquita árabe, el templo parroquial de Santa María y la iglesia de la Concepción, situada en la Plaza de San Francisco y que guarda en su interior pinturas del artista almeriense Andrés Ibáñez junto a la imagen de su patrón San Francisco. Sin duda, si hay una construcción religiosa que despierta más fervor entre sus vecinos y visitantes es el Santuario de la Virgen del Saliente. Un suntuoso templo construido en el último tercio del siglo XVII sobre una antigua ermita para albergar la imagen de la Virgen del Saliente. Sus enormes dimensiones, con núcleo formado por un rectángulo de 46 metros de largo por 54 metros de ancho, con un superficie total de 2.404 metros cuadrados, han hecho que la tradición popular le atribuya tantas puertas y ventanas como días tiene el año. Fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1992.

Naturaleza y artesanía

Desde hace siglos, la artesanía en el Valle del Almanzora se ha escrito con letras de mármol. Esta comarca ha sido sede de múltiples civilizaciones que han llenado la costa mediterránea dejando en ella su sello indeleble. Pero no sólo de mármol vive la artesanía de esta comarca, sino que también es frecuente encontrar a profesionales elaborando piezas únicas en cerámica, y alfarería, especialmente en el municipio de Albox donde la tradición alcanza cotas centenarias a través de botelleros, cestos y todo tipo de objetos de esparto que se han convertido en el sello de identidad de la artesanía de la zona.

Otro de los grandes atractivos del municipio es su gran belleza natural. En la parte norte del municipio, la más elevada, el municipio se cruza con las estribaciones de la Sierra de las Estancias, con alturas que llegan a los 1.500 metros en la cumbre del Saliente y en cuyas laderas se alza el monte Roel, coronado por el santuario de la Virgen del Saliente y en el que terminan algunas de sus rutas senderistas como la 'Ruta del Agua' que visita las fuentes naturales del municipio. Por último, entre su patrimonio natural cabe destacar la Cueva Sima del Saliente. Con más de 1.370 metros de altitud y una profundidad de 156 metros, se encuentra entre las 30 más profundas de Andalucía.

En cuanto a su gastronomía, Albox destaca por la calidad y variedad de sus platos. En este sentido, son muy alabadas sus migas, acompañadas por caldo de pescado, pimientos, tomate o ajos. También merece la pena degustar otros manjares como las pelotas, gurullos, gazpacho, remojón, puchero, trigo guisao, fritá de sangre, caldo de huevos, tabirnás colorás o gachas saladas con pescado. Para los paladares más dulces, la repostería de Albox propone roscos en sus más diferentes vertientes, de naranja, vino o aguardiente. Tampoco puede faltar después de una buena comida unos alfajores o unos almendrados, el mejor acompañante para disfrutar de una sobremesa en este municipio.