Recibimiento de los ciclistas en Santiago de Compostela.

Dos tijoleños realizan 1.200 kilómetros en bicicleta para solidarizarse con los niños de Honduras

Los ciclistas José Ramón Marín y Francisco González, cumplían este pasado fin de semana con el reto solidario propuesto para recaudar fondos para la ONG ACOES

ELOÍSA BENÍTEZ

Domingo, 5 de junio 2016, 22:20

Los ciclistas tijoleños, José Ramón Marín Fernández y Francisco González Oller, cumplían este pasado fin de semana con el reto solidario propuesto para recaudar fondos para la ONG ACOES de Honduras. Los amigos, recorrieron los 1.200 kilómetros de distancia que separan Tíjola de Santiago de Compostela, para culminar una iniciativa auspiciada por Eugenio García López, el tijoleño precursor del 'Banco de Libros' que lleva meses trabajando por los niños de Honduras.

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Menos de 100 horas ha sido el tiempo empleado para este logro que complementa el emprendido por García López; quien también se ha encargado para esta destreza de contactar y conseguir los patrocinadores y colaboradores que han comprado los kilómetros de estos ciclistas solidarios. Buen humor, risas, cansancio, mucho esfuerzo y algún que otro contratiempo sin importancia, han acompañado a los deportistas en su empeño, a quienes una vez en Santiago de Compostela, les esperaba un gran cartel de bienvenida y muchos abrazos para festejar su proeza. A la vuelta los vecinos de Tíjola preparan alguna que otra sorpresa para los jóvenes protagonistas.

Para este reto y según cuenta el propio Eugenio García, se sumaron muchas circunstancias, partiendo todas del proyecto común de conseguir aunar esfuerzos para el programa de ayuda emprendido a través del 'Banco de lobros' que ya ha acercado varios camiones a la población hondureña con diferentes colaboraciones.

Las cuentas de la recaudación conseguida se realizarán en breve, mientras tanto, continúan los proyectos del grupo de tijoleños que se ha extendido por toda la comarca. Como ya adelantábamos en Ideal Eugenio García y su grupo de colaboradores, en breve van a trabajar con una ONG que trabaja en Nicaragua llamada Centro Social Tío Antonio. Los motivos de iniciar esta colaboración, comenzaron siendo personales, por la amistad de García con su fundador Antonio Prieto «pero también porque trabajan con personas discapacitadas, con lo cual me afecta directamente y no puedo quedarme quieto sin ayudarles», explicaba Eugenio García.

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