El serrín tintado toma de nuevo las calles de Tíjola para recibir a turistas y visitantes

Alfombras de flores y balcones engalanados con elementos naturales para recibir a la Virgen de Fátima

Ideal.es

Martes, 10 de mayo 2016, 06:46

 La localidad de Tíjola disfrutó una edición más de la tradición de colorear sus principales calles con serrín tintado para esperar el paso de la Virgen de Fátima en procesión. Esta legendaria tradición reactiva el turismo de esta localidad durante varios días, los mismos que duran los festejos y engalanamiento de calles, con vecinos y observadores por los espacios y zonas por donde discurre la procesión, ya que resulta muy vistoso y espectacular contemplar a los participantes dibujando las calles, tintando el serrín y luego rellenando con él todo el trazado del suelo a modo de alfonbra. La originalidad de los seguidores de esta tradición queda patente cada año, utilizando infinidad de flores, animales y siluetas que se prestan con facilidad a estos adornos. Desde primeras horas de la mañana y en días anteriores a la fiesta e incluso desde meses, se preparan los dibujos que se realizan en las vías principales con hierbas aromáticas complementando el serrín tintado. Como en ediciones anteriores, muchos han sido los visitantes de otros pueblos y comarcas que se han acercado a Tíjola para compartir esta colorida tradición o a disfrutar de las paellas elaboradas por los propios vecinos con las aportaciones que el ayuntamiento ha hecho a cada calle decorada. Los datos indican, que desde hace más de sesenta años (algunas fuentes citan el año 1959), se viene realizando esta procesión que discurre por las calles más populares y en la que los vecinos se esfuerzan, en engalanar, balcones, fachadas y rincones con todo tipo de elementos ornamentales de origen artesanal, como colchas o cerámica tradicional y con otros elementos naturales; como ramas de árboles y hierba cortada, resultando esta una de las costumbres más singulares y vistosas del Valle del Almanzora. Esta actividad aúna color, alegría, planificación, diseño, tradición, folklore, entusiasmo y mucho trabajo. Por tanto, la festividad resulta, sobre todo, una fiesta y costumbre vecinal porque los protagonistas en torno a la Virgen de Fátima, son los vecinos de Tíjola en sus diferentes calles; ahí precisamente radica el éxito de la convocatoria y de la participación como clave del masivo seguimiento de este encuentro. Como en años anteriores, este, también ha estado Ideal cuestionando a vecinos y visitantes, recogiendo las impresiones de muchos de los participantes y observadores, entre estos últimos Enrique Cano, que desde Albox se acercaba con su familia para disfrutar de esta tradición y que según manifestó ha quedado gratamente sorprendido por el colorido y belleza de las calles engalanadas «las imágenes superan nuestras expectativas», indicó a Ideal. Después de la procesión y la festividad, todos los participantes limpian minuciosamente las calles y zonas del recorrido para que estas recuperen su estado habitual.

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