Metralletas con balas de juguete: El ‘Air Soft’ llega pisando fuerte al Almanzora

Tiene su origen en el Japón de los años 70, después de la Segunda Guerra Mundial, cuando el ejercito japonés no podía tener armas. Así se empezaron a fabricar réplicas de juguete que simulasen las reales para realizar los entrenamientos militares. Esta práctica deportiva se diferencia del Paintboll, en que el realismo de las réplicas es mucho mayor. De hecho, casi todos los cuerpos policiales del mundo las usan para algunas clases de entrenamiento, dado su realismo en cuanto a textura, peso y forma con las armas de fuego real. Los juegos de guerra en general no implican en ningún momento el uso de violencia física entre los jugadores. Al contrario, son sólo simulaciones de combate o acción bélica. De hecho, el ajedrez es uno de los primeros precursores en el sentido amplio de los términos juegos de guerra basados en la táctica y la estrategia.

Las armas de fuego de Air Soft disparan pequeñas bolas biodegradables de seis a ocho milímetros diámetro en escenarios de juego que simulan una guerra real, con todo el equipamiento militar. Aunque no existe una indumentaria concreta, cada equipo prefiere equiparse según el tipo de juego al que se dedique. También se disparan proyectiles, pero mientras que en el paintball son bolitas rellenas de pintura de colores, en el Air Soft son armas eléctricas que disparan unas diminutas bolas, que no dejan marcas de pintura. Para jugar a Air Soft no es necesario poseer una licencia de armas, tan sólo ser mayor de edad o estar acompañado de un adulto. Siempre y cuando se esté apartado de zonas urbanas, núcleos de población u otros poblaciones, no suele registrarse problemas con las autoridades respecto a posibles sanciones.

Los participantes de airsoft organizan sus partidas eligiendo cuidadosamente los campos de batalla que suelen estar acondicionados con elementos como muros, búnkers, trincheras, edificios abandonados, torres y otras edificaciones similares para ofrecer un realismo que se asemeje lo más posible a un entorno de guerra real.

Albanchez

Los jóvenes de Albanchez ya conocen esta práctica deportiva gracias a la exhibición realizada por Airsoft El Castillo de Huércal Overa, con la colaboración de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento albanchero, que fue ejecutada en uno de sus parajes del municipio, además de las pruebas de tiro y exposición de réplicas con las que pudieron participar los jóvenes del municipio.

Una forma de dar y a conocer este juego de guerra y conseguir introducirlo en las formas de ocio y tiempo libre de sus habitantes y sobre todo para pasar un buen rato. Pedro y Alex Fernández son Airsoft El Castillo, dos hermanos que han dado el salto al mundo profesional y hace unos meses abrieron su propia tienda especializada, pionera en la zona.

Pedro Fernández explica para IDEAL que a pesar de lo que mucha gente piensa, el air soft no es un juego violento, «todo lo contrario, es un juego que fomenta la colaboración en equipo así como la relajación y la disminución del estrés». Disponen de todos los tipos de materiales para su práctica, réplicas, equiparaciones militares o complementos profesionales y además organizan las partidas o eventos. Han estado presentes dando y estarán en los próximos meses dando a conocer este deporte s en la cita semanal del Mercadillo de Los Llanos de Arboleas, que congrega cada sábado a un importante numero de ciudadanos del Almanzora, con una importante presencia de la comunidad inglesa residente principalmente en los municipios de Zurguena, Albox, Arboleas, Cantoria o Albanchez.