Los últimos supervivientes de Filabres
El paisaje vegetal actual de Sierra Filabres, dominado por repoblaciones forestales monoespecíficas, defiere sustancialmente de la imagen con la que se encontraron los primeros pobladores prehistóricos de este territorio. Con precipitaciones algo mayores de 400-500 mm. anuales, la mayor parte del territorio, de carácter silíceo, habría estado cubierto por encinares; mientras que los enclaves calizos de las cumbres de la sierra ?"Los Calares"- estarían poblados por "pinares de alta montaña" de pino laricio o salgareño (Pinus nigra subsp. salzmanni), especie endémica de la Península Ibérica.
JOSÉ LUIS CAPARRÓS
Martes, 10 de mayo 2016, 07:29
Hoy día, aún se pueden observar extensos encinares bien conservados en diversos puntos de la Sierra pero, sin embargo, la presencia de los citados pinares naturales de alta montaña es testimonial, tanto, que sólo quedan, en el Calar del Gallinero, alrededor de una centena de viejos y majestuosos pies que se levantan retadores entre repoblaciones forestales más recientes.
Dentro de las mil y una agresiones que a lo largo de la historia han sufrido las formaciones vegetales de Filabres, el pino laricio se lleva la peor parte. Este árbol, cuya madera es de una calidad excepcional para la construcción y que puede llegar a alcanzar dimensiones colosales y vivir hasta 1.000 años, fue intensamente utilizado por las distintas culturas antepasadas.
Así restos de la especie aparece entre los carbones estudiados en yacimientos arqueológicos neolíticos de la provincia y en época romana su madera ya había sido descubierta como material inmejorable para las grandes construcciones. No obstante, parece ser que la gran desforestación de estos pinares se produce sobre todo en época árabe durante los casi dos siglos en los que Almería se convierte en la principal base naval de Al-Andalus, y en uno de sus más importantes astilleros ?entre los siglos X al XII. Por otro lado, los artesonados mudéjares de la mayoría de las iglesias almerienses de los siglos XVI y XVII fueron construidos con madera de pino laricio de las sierras de Filabres y Baza.
Después, lo poco que queda en pie de la especie es finiquitado durante la fiebre minera del siglo XIX.
Ya en tiempos recientes, concretamente durante la época de la gran repoblación forestal de la Sierra, allá por los años 50 y 60, perdimos una gran oportunidad de resarcir al pino laricio de los daños causados a lo largo de la historia, ya que se habría podido restaurar ecológicamente estas valiosas formaciones vegetales de alta montaña. Sin embargo, no sabemos porque razón, el pino laricio fue escasamente utilizado en las plantaciones de alta montaña y fue mayoritariamente sustituido por pino silvestre (Pinus sylvestris) del que no existe evidencias históricas de su existencia natural en las zonas calizas de la sierra.
La población relicta de pino laricio del Calar del Gallinero, formada por varios pies de grandes dimensiones y de gran longevidad (se han detectado alguno ejemplares de más 350 años), constituye sin lugar a dudas una de las localidades de mayor interés botánico de la Sierra. Hasta tal punto, que la misma ha sido catalogada como hábitats de interés comunitario por una Directiva Europa y uno de sus pies más majestuosos, el Pino del Collado de la Cabaña, se encuentra incluido dentro del Inventarío de Árboles y Arboledas Singulares de la Provincia de Almería.
Sin lugar a dudas, una razón más de peso, para justificar la declaración de Sierra de Filabres como Parque Natural, tal como recientemente ha demandado la asociación local Perro Asirio.
Recogidas de Firmas de Apoyo a la Declaración del Parque Natural Sierra de Los Filabres:
http://www.change.org/es/peticiones/firma-por-declaraci%C3%B3n-del-parque-natural-sierra-de-los-filabres
http://hacialosalvaje.wordpress.com/
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