Un año indignados

 

Ayer, en la conmemoración de este primer aniversario, sus partidarios volvieron a echarse a las calles para mostrar que continúan «indignados». Entre tres y cuatro mil personas, según los propios manifestantes, unas dos mil según fuentes de la Policía Nacional, participaron de la manifestación pacífica -como las desarrolladas anteriormente por este colectivo- que se inició en la Puerta de Purchena y que, tras discurrir por el Paseo de Almería y por la avenida de Federico García Lorca, culminó en el Anfiteatro de la Rambla. De «normalidad absoluta» calificaban ayer el desarrollo de la jornada fuentes de la Delegación del Gobierno en Andalucía, que indicó que el número de asistentes a la marcha almeriense emuló al de otras ciudades mucho más pobladas como Málaga o Sevilla.

«Mariano, Mariano, no llegas al verano» o «lo llaman democracia y no lo es» fueron de los cánticos más repetidos durante la marcha, que se iniciaba poco después de las 19,00 horas en la Puerta de Purchena. Allí, desde minutos antes, había instalada una mesa de recogida de firmas para una Iniciativa Legislativa Popular que regule la dación en pago obligatoria y retroactiva. «Bancos sí, públicos y para sentarse» o «200 familias desahuciadas al día, stop» eran algunos carteles que podían verse al inicio de la concentración. Mayores, niños, familias y, sobre todo, jóvenes, muchos jóvenes, participaron de una marcha festiva a la que pusieron sonido de tambores y timbales.

Dos momentos de la jornada tuvieron especial significación para el colectivo. El primero fue el paso por la plaza de Juan Cassinello, el espacio público que concentrara durante semanas sus actividades de protesta. Un mar de aplausos recordaron el cercano aniversario de la concentración permanente. Y el segundo, el paso por la sede del partido gobernante, el PP, al que un mar de silbidos acompañó el paso de la cohorte de manifestantes.

«A un año de aquel 15 de mayo del 2011 en que las plazas de todo el Estado se llenaran de personas convirtiéndolas en un Ágora en la que se debatía y exigía una democracia real y justicia social, hoy la Primavera Global sigue extendiéndose por todo el mundo. A pesar del intento de manipularnos y anularnos por parte de los poderes políticos y económicos, la Primavera Global da un paso más, desde España a Europa, desde el norte de África de una forma imparable, a todo el mundo árabe, desde New York a Sudamérica y hace sus primeros brotes en China», recuerdan los simpatizantes del movimiento en su página almeriense (www.acampadaalm.es). Los indignados recuerdan que siguen vivos, que están ahí, y que siguen estando tal y como se definieron hace un año, «indignados».