«Le estaría dando millones de razones, sin parar, para vivir en Bayarque” Diego Mirallas

 

?En relación con la publicación de su libro sobre Bayarque, saber si le ha resultado dificultoso o muy trabajoso escribir la historia de su municipio, o por el contrario, pese a la envergadura de la obra, ha sido un trabajo fácil de llevar a cabo

?Bueno, siempre es difícil, un reto, una responsabilidad enorme..., hacer un libro con seriedad sobre algo tan querido para uno como su pueblo, pero, siendo un humilde historiador y profesor de bachillerato, cuando vivía allí (aparte mi infancia, residí íntegramente en el pueblo durante trece años, entre 1990 y 2003) recabé muchos datos geográficos, antropológicos e históricos, y con la inestimable ayuda de la actual alcaldesa (Ángeles) y de José Domingo Lentisco (del I.E.A), sin contar los propios detalles aportados por los vecinos (entre ellos mi padre, que falleció en el ínterin) hilvané una obra entre divulgativa y medianamente científica, con muchas fotografías para interesar a mis vecinos y tocarles un poco el amor propio, las tradiciones locales, etc. En definitiva, le puedo decir que ha sido duro y placentero a la vez escribir esta pequeña obra. Me llevó, con lo que he dicho, poco menos de un año. Ah, se me olvidaba citar el inestimable trabajo que a finales de los sesenta hizo una de nuestras convecinas más célebres; la catedrática de geografía doña Pilar de Torres Luna, de la universidad de Santiago de Compostela, hoy jubilada. Siempre guardo un recuerdo muy emotivo para ella.

?Siempre se ha escuchado que Bayarque cuenta con gente muy formada e intelectual, en relación con la población que tiene; ¿se considera usted uno de estos «intelectuales» que ha dado la tierra?

?No. en absoluto. Los bayarquinos («los de la Cábila», como nos llamamos y nos llaman en los pueblos próximos) somos muy lugareños, nada pedantes y bastante naturales. Yo mismo prefiero un minuto con la gente sencilla de mi pueblo que horas con profesionales y académicos de los ambientes madrileños (de hecho vivo en parte en Madrid porque me casé con una madrileña). Es el terruño y el duro trabajo agrícola lo que explica el afán de superación en los estudios de muchos y, en efecto, notables ejemplos bayarquinos. Yo no me incluyo en éstos: soy un humilde profesor de bachillerato que compagina su trabajo docente con un despacho matinal de abogado por cuenta propia.

?Como vecino del municipio, ¿cómo imagina el futuro de pueblos como el suyo ? La calidad de vida existe realmente en estos pequeños pueblos, ¿quizás la recesión económica pueda ayudar a la repoblación o piensa que puede ocurrir el fenómeno inverso?.

?El futuro... ah, pero siempre lo deseamos bueno. Bayarque cuenta, a pesar de su escasa extensión territorial, con unos paisajes y recursos naturales envidiables (agua, foresta, relieve) y una gente sencilla y trabajadora. En mi libro hablo al final de lo importante que sería impulsar el agro-turismo y el eco-turismo con instalaciones como casas y albergues rurales, algún hotel de montaña, rutas senderistas... hay infinidad de valores que pueden impulsar la economía y sostenibilidad de municipios como el mío, que pueden atraer a inversores privados cohonestados con alguna facilidad que den las administraciones públicas. Además, la pequeña pero interesante realidad agrícola de los Filabres podría impulsar también experiencias cooperativistas en subsectores como el oleícola, Los transformados cárnicos, las pequeñas conserveras..

En cuanto a su segunda pregunta, en efecto, pueblos como Bayarque cuentan con la calidad de vida, pero con escasas posibilidades laborales. Entre todos tenemos que impulsar cualquier atisbo de actividades emprendedoras (como las que he nombrado antes, u otras). La actual crisis económica es también bifronte: vuelven algunos prejubilados o personas sin trabajo de las ciudades (algunos jóvenes han vuelto de Cataluña, por ejemplo, para intentar trabajar aquí, y lo han conseguido), pero también es cierto que la crisis de la comarca del Almanzora, especialmente dura en la construcción, cercena las posibilidades laborales de los jóvenes que quieren seguir viviendo en la zona. En mi opinión, hay que trabajar más que nunca para salir de esta situación y, con un ánimo como ese, saldremos sin duda del atolladero y nuestra sierra, nuestros pueblos, Bayarque... tendrán años de gloria. Tampoco necesitamos muchos más habitantes, no crea. Yo estimo que mi pueblo estaría plenamente servido con cien más, por ejemplo.

-Para terminar, usted por qué recomienda vivir en un pueblo como Bayarque

?Por muchas razones, imposibles de enumerar aquí. Verá: la tranquilidad, el frescor y la vida natural de la vertiente norte de la sierra de los Filabres (¡cuánto la echa uno de menos en Getafe!), los paseos por la sierra, el paisaje... yo mismo sigo atendiendo parte de mis cultivos, e incluso he restaurado una almazara antigua con ayuda de otros condueños... me toca la fibra sensible: sólo le puedo decir que, si el pueblo tuviera más recursos y posibilidades económicas, la vida aquí sería un paraíso. Estamos a hora y media de Almería, Granada y Murcia, y cerca de pueblos con muchos servicios. Hoy las tecnologías permiten estar completa y absolutamente conectados con el mundo y con el trabajo... la vida de un jubilado es aquí la mejor. Le estaría dando millones de razones, sin parar, para vivir en Bayarque...