Eloísa Benítez
Martes, 10 de mayo 2016, 07:22
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La razón reside en que, aunque ahora mismo veamos que tenemos una borrasca al suroeste de la Península Ibérica, con varios frentes nubosos, la inestabilidad a la que se va a ver sometida buena parte de las regiones no va a ser la típica que provoca una borrasca atlántica con su sistema de frentes (cálido, frío, y ocluído).
De haber sido así, hacer los pronósticos hubiera sido una tarea más sencilla para este equipo y para los meteorólogos de la Agencia Estatal de Meteorología.
Sin embargo, la inestabilidad durante los próximos días va a venir provocada por la advección de masas de aire frío en capas altas de la atmósfera, mientras la baja presión en superficie se debilita. Y este tipo de inestabilidad se manifiesta en forma de nubes convectivas y chaparrones tormentosos, cuya formación suele comenzar en zonas de montaña, propagándose desde ahí a otras zonas más llanas, y alcanzando una máxima actividad durante las horas de la tarde.
Por norma general, la actividad disminuye al caer la noche, pero puede no desaparecer del todo; así, no son raras las tormentas que permanecen activas durante la noche, ni tampoco aquellas que se desarrollan en horas de la mañana. Y lo más probable es que este tipo de tormentas las podamos ver durante estos días
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