La nueva cara del castillo de Bacares invita al viajero a observar el bello paisaje de su entorno

El proyecto, que arrancó en octubre del año 2008, también ha contemplado la reconstrucción de las viviendas anexas al Castillo, de época posterior, en las que se ubica el centro de recepción de visitantes. Éste dispone de una zona de musealización donde se han colocado paneles explicativos a fin de facilitar a los visitantes la lectura e interpretación de la historia pasada y reciente del Castillo de Bacares, cuyos restos datan en torno al siglo XIII.

En esta intervención salta a la vista que se han cuidado todo tipo de detalles como el uso de materiales tradicionales que se adaptan perfectamente al espacio natural que le rodea. Así, la rehabilitación de las edificaciones se ha hecho utilizando los medios y materiales tradicionales de la zona, como muros de carga de mampostería de piedra; forjados de rollizos de madera y tablazón de madera; cubierta inclinada de lajas de pizarra, revestimientos interiores de mortero de cal; carpintería de acero pintada oxirón gris forja; instalación de fontanería y electricidad (interior y exterior); solerías en madera de teka sobre rastreles y escalera de perfiles metálicos y escalones de acero corten.

Otra parte destacada de esta obra es la correspondiente a la consolidación de los elementos originales del Castillo, que pese al transcurso de los siglos, permanecen hoy en día de la antigua fortificación. Para aprovechar estos elementos, la actuación ha contemplado la instalación de una pasarela, en suelo de madera, a través de la cual, los visitantes pueden recorrer las distintas estancias no cubiertas del antiguo Castillo. El objetivo apuntado por la consejería de Cultura se ha basado en aprovechar el lugar privilegiado en el que se halla enclavada la fortaleza para colocar varias plataformas, desde las que poder disfrutar de las espectaculares vistas de la villa y de la Sierra de Los Filabres. Esta cuestión se ha conseguido con creces ya que desde lo alto del monumento se aprecia un increíble paisaje tintado de los diferentes colores de la estación correspondiente; pero igual de bello en cada una de ellas. Precisamente es ahora con el blanco de la nieve que aún permanece en la localidad desde la última precipitación, cuando se aprecia con más intensidad esta serena belleza desde lo alto del castillo.