David, un pequeño vecino de Albox confinado con su familia, tenía claro que su sexto cumpleaños iba a celebrarlo sin la fiesta que todo niño desea, rodeado de sus amigos y familiares. No tuvo esa fiesta, no. Sin embargo, David siempre recordará el día en que cumplió seis años.
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Al caer el sol, cuando el niño estaba en la terraza con su familia, un grupo de coches de la Guardia Civil, con sirenas y luces encencidas, se plantaron bajo su casa. Recibidos con los aplausos de los vecinos, una melodía comenzó a sonar desde sus vehículos. Era la imprescincible versión de Cumpleaños Feliz del grupo infantil Parchís y estaba dedicada, por su puesto, al pequeño David que, desde su balcón no daba crédito a lo que estaba ocurriendo.
«Muchas gracias por hacerme feliz hoy. Jamás lo olvidaré», dicen los mensajes de voz enviados por el propio niño a los agentes de la Guardia Civil, padres, algunos, de otros niños con los que juega a fútbol. Su padre, emocionado, agradeció el gesto a los guardias civiles. «Habéis echo llorar de emoción y felicidad aún niño de seis años en el día de su cumpleaños. En la situación en la que estamos, no tiene precio», escribió después de esta particular fiesta de cumpleaños que ni David, ni su familia, ni el pueblo de Albox olvidará en mucho tiempo.
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