Una empresa de Málaga, al rescate de la Peana milenaria de Serón

Destacan desde el colectivo proteccionista, además de su carácter simbólico y monumental, su importancia como baluarte de biodiversidad, especialmente este año, que ha sido elegido por Naciones Unidas para reconocer el valor que la biodiversidad tiene en la salud ambiental y en la creación de resiliencia frente al cambio climático.

«Una carrasca, como las llamamos en la Andalucía rural, es un auténtico refugio para muchísimas formas de vida, desde los microorganismos de suelo hasta los mamíferos superiores, es creadora de suelos, aporta refugio y recursos tróficos a las especies de fauna mediterránea. En Almería tenemos ejemplares de otras especies dignos de ser cuidados también y debemos organizarnos como ciudadanía para su vigilancia y su custodia», han instado los ecologistas.

En estos días, recuerdan, diversos especialistas están aportando diferentes soluciones técnicas: «Son arbolistas con experiencia que saben mejor que nadie cuál es la problemática de este árbol y que contrastan entre ellos cuál puede ser la mejor intervención».

Consideran, no obstante, imprescindible que la consejería asuma económicamente, con los permisos necesarios, su recuperación «porque el tiempo corre en su contra y no podemos permitirnos que desaparezca este monumento natural sin haber hecho todo lo posible por salvarlo».

«Es sabido que la encina de la Peana está en peligro, como árbol singular, simbólico y cultural. Muchas asociaciones medioambientales y culturales, junto a sus propietarios, exigimos a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible que actúe urgentemente para salvar la encina milenaria más antigua de Andalucía. O en caso contrario, se conceda el permiso para que los propietarios, con el apoyo de la ciudadanía, puedan encargar las actuaciones necesarias, frenando su deterioro estructural, estudiando y planificando otras actuaciones futuras necesarias, como vallar el perímetro evitando a los visitantes que pisen y apelmacen el suelo o trepen a ella y carteles informativos para la educación ambiental sobre cómo proceder para no dañar estos árboles milenarios».