Denuncian la alta contaminación lumínica por coches en el observatorio de Calar Alto

«Desde hace unos años, en el día 12 de agosto la observación de las partículas que deja a su paso el cometa 109P/Swift-Tuttle, las mediáticas Perseidas, se ha convertido en un acto social y lúdico. Cada año crece el número de personas que se agrupan en lugares despejados para observarlas», señala el colectivo en una nota.

En este sentido, apunta que «se llegan a producir atascos de vehículos que, con sus brillantes luces azules, impiden la visión adecuada del cielo» porque «lo que debería ser una tranquila actividad de observación del cielo, se convierte en una frenética e innecesaria verbena.

Aseguran que durante esa noche «cientos de vehículos» accedieron al entorno de las cúpulas del Observatorio del Calar Alto, lo que provocó que las cámaras de vigilancia mostrasen una alta contaminación lumínica, «siendo como es una zona con la máxima protección que permite la ley».

«Quien accede al ámbito del Observatorio, debe saber que es un lugar de investigación en el que se trabaja por la noche, y que el fogonazo de una luz o de un láser puede echar a perder muchas horas de trabajo», inciden.

Recalcan que, además, las cámaras del proyecto SMARTS (que registran los bólidos que atraviesan la atmósfera), se disparan al detectar aumentos repentinos de luz. «La noche del 12 se generaron 1500 videos, producto de las intensas luces de los vehículos. Todos esos videos han de ser revisados, uno por uno, por si tuviesen información de algún objeto muy brillante», han precisado.

Por ello, recuerdan que para poder ver las Perseidas en «buenas condiciones basta con buscar un lugar razonablemente oscuro y tranquilo; algo que, vistas las circunstancias, no se da al lado de las cúpulas del observatorio en ese día».

«Seamos inteligentes y respetuosos. Los Amigos de Calar Alto defendemos la labor del observatorio y la divulgación de la astronomía, aunque en ocasiones sea difícil hacer compatible ambos objetivos», han concluido.