Cantoria 'arde' con las fiestas de las Carretillas en honor a San Antón

Imagen de las carretillas de Cantoria la pasada edición.
Imagen de las carretillas de Cantoria la pasada edición. / E. B.
  • La localidad iniciaba ayer sus tradicionales festejos con talleres y exhibición de carretillas para terminar el próximo martes después de la jornada de pólvora y fuego del lunes

El municipio de Cantoria iniciaba ayer las populares fiestas de Las Carretillas en honor a San Antón que continuarán durante varias jornadas hasta el próximo martes, festividad del Santo.

En la jornada de ayer los más jóvenes tuvieron la oportunidad de aprender a realizar carretillas en un taller que tuvo lugar en la Plaza de la Constitución a primera hora de una fría mañana. Por la tarde, la plaza municipal fue el escenario de la exhibición de carretillas y una parrillada gratuita para todos los asistentes a los actos en la caseta municipal. El baile amenizado por el cuarteto Brisa y el Grupo Los Movida cerraban los actos preámbulo de las fiestas que comenzarán el próximo lunes. Este día se iniciarán los actos con la Santa Misa y la procesión del Carretillero a las 14, 30 horas, festejos que continuarán en jornada de tarde con las tiradas de carretillas juveniles y las de mayores de edad a partir de las 22 horas. La última cita tendrá lugar el martes con la bendición de San Antón a todos los animales en la Iglesia Nuestra Señora del Carmen y Santa Misa y procesión en honor a San Antón para acompañar los santos a la ermita acompañados de la Asociación Musical Maestro Lizarte.

Tradición

Como cada año Cantoria celebra la festividad de San Antón (Santo del Fuego) con su tradicional tirada de carretillas en la que son los propios habitantes protagonistas de los actos, pues viven y sienten de forma y modo extraordinario tan especial festejo. Por su colorido, alegría y sobre todo por la gran cantidad de pólvora que se quema en la noche de carretillas.

Como cada víspera del día de San Antón, los cantorianos comienzan a preparar la larga noche que les espera y que supone la culminación de más de dos meses de trabajo preparando las carretillas.

No hay datos escritos sobre el origen de estas fiestas, pero se cree que surgieron en el siglo XVI, cuando la expulsión de los moriscos. Según los más ancianos del lugar, hoy sólo se conservan las 'carretillas', quienes opinan que en calidad y cantidad se está llegando a los años de sus antepasados, ya que desde hace pocos años está resurgiendo la fiesta, igual que la procesión del carretillero, que consiste en trazar un itinerario, y en cada esquina se construye una gran hoguera de leña y enseres viejos de las viviendas que son aportados por todos los vecinos, ya que se dice que la familia que no aporte algo a esta hoguera esa noche se puede quemar. Las dos imágenes de la procesión, San Antón y San Cayetano, son llevadas a hombros por los carretilleros. Durante la procesión son bailados y alabados

El día grande de la tirada de carretillas, y siempre a partir de las ocho de la tarde, empieza la gente a salir a la calle ataviados con una estrafalaria indumentaria, que evita entre otras cosas, las posibles quemaduras. Siendo típico el llevar una larga bufanda rodeada al cuello, y como no, el imprescindible talín, recipiente de madera colgado al hombro en el cual se transportan las carretillas. Las Fogatas y lumbres aparecen por cada esquina y los carretilleros se dirigen hacia la iglesia donde queman sus primera carretillas. «Esta para san Antón», expresan los carretilleros, buscando con ello la protección del Santo para no quemarse.

Los carretilleros suelen ir en grupos de amigos llamando a las puertas de las casas, donde se entra para beber vino y comer embutidos caseros de las matanzas. Después de avituallarse un poco se sales de nuevo a la calle, donde se tiran "carretillas" que saltan y corren como locas enredándose en los cuerpos, y produciendo un bello espectáculo de luz, color y sonido que sin duda transmite a los asistentes sensaciones inenarrables. De esta forma entre cánticos de carretilleros y golpes de tambores, se llega al amanecer repitiendo una y otra vez el mismo ritual.

En la parte inferior izquierda del Santo Patrón San Antón hay un pequeño cerdo llamado 'Marranico de San Antón'; esto es debido a que algunas familias del pueblo hacían promesa, y en ofrendas al Santo, echaban un cerdo a la calle que deambulaba por todo el pueblo y era alimentado con lo que le ofrecían en las casas donde se acercaba. A este animal se le trataba con mucho carió, ya que era un sacrilegio hacerle daño. No obstante esta tradición se perdió hace unos años, a consecuencia de los desperfectos que el propio cerdo ocasionaba en los jardines y demás dependencias de numerosas viviendas del Municipio.

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